CENTRO DE DESINTOXICACION

PARA DEJAR UNA ADICCIÓN, HAY QUE CAMBIAR DE ESTILO DE VIDA

CENTRO DESINTOXICACION

Abandonar una adicción nos permitirá obtener un tipo de placer más intenso que cualquier droga, ya que nos permitirá reconocer y disfrutar de posibilidades que ignorábamos o que habíamos abandonado a cambio de ofrecer una imagen aceptable para los demás. Abandonar una dependencia, volverá a dar un sentido y un propósito a nuestra vida, nos permitirá relacionarnos de manera más profunda y sincera con los demás y facilitará que recuperemos el respeto por nosotros mismos. Puede que incluso agradezcamos la lección de perdón y de aprendizaje que la adicción nos ha permitido aprender. Porque una vez conseguida la recuperación, seremos más fuertes y más completos de lo que nunca habríamos sido sin la adicción.

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Sabemos que, abandonar una adicción exige algo más que fuerza de voluntad o esfuerzo ciego, ya que implica cambiar todo nuestro estilo de vida y nuestras creencias sobre nosotros mismos y sobre los demás. Exige desmontar el caparazón adictivo en el que nos hemos refugiado para crear nuevas estructuras mentales y nuevos hábitos sanos para enfrentarnos a sentimientos y problemas que hasta ahora habíamos evitado al recurrir a la droga.  Porque eran estos sentimientos y problemas los que nos hacían vulnerables a la adicción.

Para ello, el primer paso innegociable es dejar de utilizar las drogas, las conductas o las personas para anestesiar los sentimientos. El camino a la recuperación empieza siempre por una abstención completa.¿Hay que intentar resolver antes nuestros problemas antes de conseguir la abstinencia completa? No. La abstención no es el desenlace de la resolución de nuestros conflictos de fondo. Los adictos no deben intentar resolver sus problemas psicológicos antes de romper el ciclo adictivo. Al contrario, la abstención es un requisito previo de la recuperación, ya que lo único que con el tiempo eliminará el deseo de consumir es la abstinencia total. Si uno sigue consumiendo esporádicamente, será incapaz de efectuar los cambios necesarios para recuperarse verdaderamente. Y para que la abstinencia no se convierta en una tortura insoportable, el adicto tiene que permitirse ser ayudado por profesionales.

Las personas propensas a la adicción suelen querer resultados perfectos, y los quieren de modo inmediato, por lo que muchas veces desean o tienen fantasías de que podrán apartarse de la droga de manera fácil, del mismo modo que se apartaban de los problemas o de la angustia con la compulsión de consumir.  Pero la recuperación no es una entidad sino que es un proceso y puede que cueste tiempo y esfuerzo y que sea necesario intentarlo varias veces antes de poder conseguirlo. Y si se tiene paciencia, el progreso llegará y podremos disfrutar del proceso de recuperación.

Y no podremos empezar este proceso sin evitar la negación y sin admitir que uno es un adicto, sin decidirse a dejar la droga, sin prever que va a ser difícil y que uno va a sentirse ambivalente acerca de dejar la adicción, sin tener muy clara la motivación para que el compromiso sea auténtico, sin aceptar que no es posible recuperarse a través de la voluntad, sin entender que la abstinencia es imprescindible, sin abstenerse de los restantes alteradores del estado de ánimo, sin recurrir a ayuda profesional externa, sin estructurar bien el tiempo libre y dejar en suspenso la solución de problemas importantes, etc…