Taller de escritura del centro de tratamiento de adicciones CITA
EL AZAR OXIDADO
En el día y en la noche, solitario va el sueño.
Vagando en la niebla sin ser ciego.
Patas, cuerpo y cabeza, va buscando sin miedo,
dimensión oxidada, trincheras y banderas.
¡ Ni el rayo ni el cielo destinan al sueño !
¿Qué academia lucha con espada y escudo?
La unión venturosa del alma y corazón,
al azar se confunde, sin razón.
– Javier –
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ALLÍ….
Es allí donde crecí junto a mis padres,
donde vi a mi hermano nacer y crecer.
Es allí donde jugaba por las calles con mis amigos
sin tener el temor de ser atropellados.
Fue allí donde comprendí la importancia del amor,
donde me enamoré por primera vez.
También fue allí donde entendí que cuando quieres con toda el alma
a la persona equivocada…
la caída es aún más terrible.
Es allí donde he jugado una partida un tanto larga con la droga,
y me he apostado parte de mi tiempo y salud…
Es allí donde he comprendido que no debo seguir allí.
– Andrés –
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MI NUEVA VIDA
¿Qué fue de aquella vida llena de aburrimiento y agobio?
La recuerdo con ausencias transitorias…
vagando en la niebla, confundiendo vida y soledad.
¡Qué extraña me resulta ahora…!
Ahora defiendo mi vida porque… ¡es mía!
Porque he abandonado la mentira y …
afronto esta vida con inusitada alegría.
Ahora no tengo miedo a la soledad,
mi esperanza está más viva que nunca y…
¡ re-escribo mi vida con letras mayúsculas y en negrita!
– Julián –
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AQUELLA EXTRAÑA COMPAÑERA
¿Dónde estará mi vida? Aquélla que pudo haber sido y no fue.
Esos días tan cortos que te necesitaba a mi lado,
porque sin tí yo no era feliz.
Como alma en pena deambulaba de lugar en lugar … sin que nada llenase mi vacío,
sólo quería tenerte a mi lado, disfrutar de tí sin ver más allá.
Lleno estaba mi mundo de amigos pero, sobre todo, cuando estabas tú.
No existía familia ni seres queridos a mi alrededor…
la única que llenaba mi inmenso vacío… ¡eras tú !.
Por tí perdí trabajos, parejas, amigos amados …
ya que nada me podía dar lo que me dabas tú.
Quería huir de la muerte a tu lado,
sin ver que cada vez más a ella me acercabas tú.
Has de saber, compañera que, por tí todo lo dí pero que, quien me maltrataste…
¡ fuiste tú !.
Ahora… , sólo nos queda un camino:
¡ debo decirte ADIÓS !
– Ander –
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¿DÓNDE ESTARÁ MI VIDA?
¿Dónde estará mi vida?
¡donde me está esperando!
Tengo que rescatarla del aburrimiento y del agobio…
He de tener presente que la vida va pasando.
He de tener presente mi destino encarcelado.
Veo necesario tener que cambiar el rumbo y,
estoy convencido de que un nuevo barco me espera,
ese barco reluciente… ¡bendito ese barco sea…!
Voy a gobernar esta nave… con valentía y firmeza,
voy a ser capitán … de mi orgullo y mi entereza.
¡En un nuevo mundo me introduzco de alegría y de sorpresas,
espero olvidar pronto esa ingrata compañera,
ésa que me consolaba… con olvido en la tristeza.
– Javier –
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¿DÓNDE ESTABA MI VIDA?
¡Qué triste era estar sola,
vagando en la que consideraba mi cueva!.
¡Qué extraño era ir a mi bola,
intentando comenzar una vida nueva!.
Quise engañarme a mí misma
pensando que eso era mi vida.
Quise convencerme a mí misma
que ella era mi salida.
¡Qué equivocada estaba!
al pensar que ella me ayudaba.
¡Qué ingenua era!
al hacer lo que ella quisiera.
Un día desperté y comprendí
que mi vida así no podía seguir
que por otro camino debía ir
sin importarme jamás lo que en el sendero perdí.
¡Qué feliz estoy ahora!
llorando, riendo, en definitiva… sintiendo.
¡Cómo disfruto de las horas…!
conociéndome, amando, dando… recibiendo.
Ahora se puede decir que ¡ sí tengo vida !
Ahora se puede decir que ¡ estoy viva !
– Natalie –
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EL CAPITÁN DE MI VIDA
Estaba en un momento muy oscuro de mi vida donde cogí el camino equivocado.
Un camino que me hacía volar al lado de los aviones y, con voz melosa, me gritaba…
¡tranquilo…, yo soy tu amiga, tu compañera!
Ésa, a quien le importaba poco si te marchitas y aún menos tu vida.
Una vida perdida en la que me veo como un joven solitario a quien, en silencio, se le apagaban los pocos sueños que aún albergaba y , en cuyo interior, la vida y la soledad se le confundían.
Pero… ¡ me levanto y defiendo mi vida con la bandera de los principios que, seguro, me quedan!
Defiendo mi vida de mis miedos e incertidumbres, de la melancolía que embarga mis recuerdos y de los embistes que, sin duda, me esperan.
Defiendo la vida como un destino certero que conduce a un futuro mejor si en ello tu empeño pones.
Defiendo la vida como un derecho divino, con mayúsculas y en negrita… la defiendo porque… ¡ es mía !.
– Fernando –
