Se preparan para mayo unas jornadas de veteranos
gratuitas (incluyendo el alojamiento para aquellos que lo necesiten) para
celebrar el 30 aniversario de la fundación de Clínica CITA en Dosrius
(Barcelona). Nos gustaría que estas jornadas especiales, además de permitir un
nuevo reencuentro social y terapéutico de quienes ya acuden regularmente a las
convocatorias bimensuales, puedan facilitar la asistencia de algunos
expacientes que, quizás también por razones económicas, no han podido retomar
el contacto con el centro y con sus ex compañeros desde hace algún tiempo.
Aparte de las actividades habituales (los grupos de
socioterapia, el PAE, las actividades deportivas de spinning, futbol o pádel, los
talleres vivenciales, o el yoga o la reunión con José María Fàbregas, en estas
jornadas ofreceremos un taller sobre constelaciones familiares.
La constelación familiar es una terapia
psicológica que parte de la afirmación de
que existe una transmisión de conflictos, preocupaciones familiares y
comportamientos a través de las generaciones de una misma familia y que estos
contenidos acaban determinando los problemas psicológicos actuales de sus
miembros.
Esta teoría asegura que nos guía una conciencia grupal y
que, en concreto, los miembros de una familia están influidos por un tipo de
conciencia común de la que ya no son conscientes. El origen de este tipo de
conciencia se remonta al origen de la raza humana, cuando existían pequeñas
comunidades en las que sus miembros vivían juntos, actuaban de la misma manera,
y cuyo objetivo básico era el bienestar del grupo por encima de los intereses
individuales puesto que en esta época era primordial sobrevivir. Para
garantizar esta supervivencia, cada miembro de la comunidad era vital para el
grupo y los individuos no se podían separar del grupo sin correr peligro de
desaparecer. De este modo, todos dependían los unos de los otros y no era
necesaria la reflexión individual de cuáles eran los intereses personales o que
era lo correcto. Si no se buscaba el beneficio del grupo, aparecía la culpa
como sentimiento regulador que reorientaba hacía el bienestar de todos.
Por otro lado, existía un orden que proporcionaba a cada
uno un papel determinado. El que nacía primero tenía un mayor rango. Se le
otorgaba un lugar a cada integrante de acuerdo a la antigüedad. No había
conflicto y todos conocían su posición dentro del grupo.
Más adelante estos grupos se toparon con otros,
apareciendo la conciencia personal, opuesta a la colectiva.
Este proceso originó que, con el paso del tiempo, la
conciencia colectiva se fuese suprimiendo, aunque de algún modo sigue guiando
las decisiones de las personas.
En el objetivo de ayudar a los usuarios de nuestro centro, Clínica CITA, que siempre
ha estado abierta a integrar en su tratamiento todas aquellas terapias
complementarias que puedan demostrar su eficacia, ofrecerá un taller sobre este
método de crecimiento personal y tratamiento.
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