La experiencia de las clínicas CITA
confirma la frecuente asociación existente entre el control sin afecto de los
padres y la drogodependencia de los hijos. En la percepción de los sujetos
drogodependientes aparece que sus padres han cuidado poco de ellos y,
paralelamente, han desarrollado un control bastante crítico y rígido.
Al contrario, un adecuado funcionamiento familiar, en el cual los padres están en primer lugar presentes y en segundo lugar son percibidos de modo real por los hijos, puede también impedir que se transforme en dependencia un eventual encuentro con la droga.
Es bastante habitual que los drogodependientes perciban a su propia familia como desligada (con baja cohesión) y caótica (con baja adaptabilidad), indicando así una representación problemática del sistema familiar. Esta percepción contrasta con la de los padres, que tienen una percepción de la familia menos rígida y más cohesionada.
Por todo ello, y con el propósito de planear una intervención eficaz, en las clínicas CITA de Dosrius (Barcelona) creemos que es importante la implicación de la familia en el proceso de tratamiento comunitario del hijo drogodependiente, haciéndola copartícipe y coprotagonista del proceso. Somos conscientes de que el trabajo con la familia es uno de los ingredientes necesarios de cualquier intervención sensata.
José María Fábregas
www.clinicascita.com
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